lunes, 11 de julio de 2011

LA SOLEDAD EN FRANCIA, ET AILLEURS

 
Lady Gaga tiene más seguidores en twitter que Obama, pero se siente sola, según las malas lenguas de los tabloides británicos. Al parecer la diva duerme con unas perlas como única compañía.
Malos tiempos para la lírica.
Pero bueno, este post no va sobre celebrities sino sobre gente normal, como usted y como yo.
En estos tiempos difíciles en los que todos los problemas se miden según afecten al bolsillo, llama la atención la batalla nacional en la que se han embarcado los franceses, o por lo menos, el palacio del Elíseo.
La gran causa nacional al otro lado de los Pirineos es la lucha contra la soledad. Creen nuestros vecinos que el problema es tan grave que merece la pena dedicar un año entero, todo el 2011, a combatir la falta de compañía.
Las encuestas no dejan lugar a dudas. Según un sondeo de TNS-Sofres realizado en octubre del año pasado, el 91 % de los franceses consideran la soledad como un problema grave. 
Cuatro millones de ciudadanos, el 9 % de la población, se sienten golpeados por un aislamiento extremo. Para que se hagan una idea, eso significa que a lo largo de un año, toda esa gente, carece de más de tres contactos directos con otra persona que vayan más allá del rutinario "hola y adiós".
Según diversos estudios, el cliché de que en el ámbito rural se está más acompañado es falso. Las ciudades y los pueblos están llenos de solitarios. Son el 30 % de la población.
Victor Hugo ya dijo en su día "El infierno está todo en esta palabra: soledad". Pues bien, parece que en el mundo facebookizado, tuitero e intercomunicado de hoy en día, seguimos encerrados en ese mismo infierno. En la era de Match.com los hombres y mujeres siguen estando solos. 
Según los sociólogos, las personas más aisladas tampoco utilizan las redes sociales para establecer amistad. Por el contrario, quien tiene más contactos en el mundo real, también tiene también más amigos virtuales. 
La soledad no es sólo un problema espiritual, tiene mucho de económico. Los más pobres, son también, los más solos. Tener amigos cuesta dinero. Cerca del 14% de los mileuristas no tienen vida social. Un problema que se reduce hasta el 2% en el caso de los que ganan un sueldo mucho más digno, 2.500 euros.
Que te echen del trabajo te deja sin un duro y también te puede dejar sin círculo de amistades, o por lo menos de gente cercana.
Y la edad no hace más que empeorar las cosas.
A nadie se le olvidan las consecuencias de la ola de calor en París hace siete años. Hubo cientos de muertos, casi todos ancianos que fallecieron deshidratados. Nadie les ayudó a protegerse de las altas temperaturas. Y tampoco nadie reclamó sus cuerpos. Murieron tan solitarios como habían vivido los últimos años.

Campaña fancesa para fomentar la natalidad en los años 80
" La France a besoin d'enfants" (Francia necesita niños) era el lema de la campaña de fomento de la natalidad en los años 80. Los rostros de los bebés miraban a los franceses desde enormes paneles colocados en pueblos y ciudades. Entonces la gran causa nacional era procrear y, dos décadas después, han logrado ponerse a la cabeza de la natalidad en Europa, con más de dos hijos por mujer. 
Las ayudas públicas a las familias fueron la clave para propiciar un cambio de mentalidad. Me temo que la cuestión que se pretende afrontar ahora es bastante más compleja. 
El país vecino ha decidido luchar contra un problema mucho más silencioso, escondido en pequeños apartamentos, en los bancos de los parques, en cafés, en cines, en hospitales...En todas partes. 
"Contra la soledad todos somos la solución", dice el mensaje central de la campaña.
¿Cómo se empieza a trabajar? Los franceses están experimentando. Francia, laboratorio contra la tristeza del alma.Veremos qué sale de todo esto.

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