martes, 29 de noviembre de 2011

Y EL SÁHARA????

Un grupo de 23 presos políticos saharauis están en huelga de hambre en la prisión militar de Salé desde el pasado 31 de octubre. A continuación, copio el mensaje que envía Resistencia Saharaui, una organización que intenta velar por sus derechos.


"Un grupo de 23 saharauis están presos en la cárcel de Salé Rabat (Marruecos) solamente por haber participado en el campamento de Gdeim Izik a finales del año 2010 y a la espera de ser juzgados por un tribunal militar marroquí. El campamento de Gdeim Izik, a 15 Km. de la ciudad ocupada de El Aaiún (capital del Sahara Occidental), fue la manifestación pacífica más importante de la historia de la causa saharaui, más de 20.000 personas dejaron sus hogares y montaron un campamento en medio del desierto. Enviaron un mensaje al mundo de que ya no soportaban vivir más tiempo bajo la ocupación marroquí en sus propias tierras del Sahara Occidental. Este campamento fue desmantelado violentamente el 8 de noviembre 2010 por la policía y militares marroquíes a la vista de la ONU y la comunidad internacional."


Para muchos, la primavera árabe comenzó en el Sáhara Occidental, en octubre del año pasado. Noticias Cuatro estuvo dentro del campamento de protesta. Éstos son algunos vídeos que he podido rescatar del trabajo que hicimos. 


Trabajar perseguidos por los agentes de la policía secreta y la policía de paisano fue una de las experiencias más surrealistas nunca vividas por el equipo de reporteros que estábamos allí. 
Pero para nosotros era simplemente eso, una experiencia. Para los saharauis se trata de su existencia cotidiana, de las humillaciones, la represión y el acoso al que se niegan a acostumbrarse de por vida. 
Diversos activistas defensores de Derechos Humanos que viven en las ciudades de El Aaiún y Smara, en el Sáhara Occidental, en su mayoría jóvenes ex presos políticos están en Madrid para visitar los medios de comunicación. Quieren dar visibilidad a la situación que viven sus compañeros y hacer un llamamiento para su liberación.
Habéis leido o escuchado algo sobre ellos en los medios ultimamente?
Hoy ya no toca hablar de El Sáhara Occidental. Estamos a otras cosas...

martes, 15 de noviembre de 2011

CURIOSIDADES NICAS

 ¿Sabíais que el lago Nicaragua es el único lugar donde se pueden encontrar tiburones de agua dulce? Pues sí, sólo existen aquí, en estas aguas nicaragüenses.
En los dos últimos años, las lluvias torrenciales han hecho aumentar el nivel del lago, tanto, que las playas han desaparecido. El letrero indicaba unos baños que ya no existen. Los expertos lo achacan al cambio climático.



 Dentro del lago Nicaragua, hay varias islas. La más grande es la que se ve al fondo, Ometepe. Seguro que tampoco sabíais que es la mayor isla del mundo en un lago. Pues bien esa es otra de las curiosidades nicas. Los dos volcanes Concepción y Madera forman la silueta de Ometepe.

 Nicaragua es un país donde los fantasmas siguen muy presentes. Fantasmas de la guerra y de la dura historia que le ha tocado vivir. Por encima de todos los mitos, de todos los espectros, sobrevive el de Sandino. Aparece en forma de silueta negra, cual toro Osborne revolucionario, o pintado en las calles, como ésta de San Juan del Sur.


¿Os imaginabais playas de semejante belleza en Nicaragua? Ésta se llama Playa Coco, cerca de San Juan del Sur. El pacífico tiene aquí un sonido sobrecogedor. Si uno tiene la suerte de dormir al lado de la orilla puede pensar que se encuentra bajo una cascada o en medio de una brutal tormenta. 


El mar se puede disfrutar a través de todos los sentidos. La langosta, los camarones y los pescados como el pargo son exquisitos.

 Managua, la capital quedó destrozada en 1972 por un terremoto. Nunca se reconstruyó y se ha desarrollado como una enorme no-ciudad, donde las calles no tienen nombre. Bueno, la inmensa mayoría de las calles carecen de nombre. Algunas, muy pocas, sí están identificadas. He elegido ésta, que para eso soy de allí.


 Como en otros países de Latinoamérica, los viejos autobuses escolares gringos aquí se utilizan para el transporte urbano e interurbano. Éste está pintado de colores para disimular.



 Nicaragua, tierra de volcanes. Están por todas partes. Subir al cráter del Concepción lleva unas ocho horas.



 El país es profundamente conservador, de una abrumadora mayoría católica. Este letrero deja bien claro el orden de preferencias. Primero dios, luego la patria y después, si eso, la sabiduría.

 Vale, ya sé que es un topicazo, pero las puestas de sol son increibles.


Esta es la catedral de Managua, uno de los pocos edificios que resistió el terremoto. Su aspecto es un tanto fantasmagórico. Está completamente cerrada porque se sabe que tarde o temprano se vendrá abajo. A su lado, un cartel electoral de Daniel Ortega, que ahora es un sandinista "cristiano". Su "conversión" le ha permitido ganar dos veces las elecciones. La última, con fraude incluido.

sábado, 5 de noviembre de 2011

NOVIEMBRE EN MANAGUA







Los caminos que comunican Madrid con Managua pasan inevitablemente por San Juan de Costa Rica o por Miami. Desde ésta segunda ciudad, tomo el vuelo AA98 rumbo a la capital nicaragüense, donde viví un tiempo hace ya 14 años. 
A mi lado, va sentada una mujer nica de mediana edad, con un libro de Laura Esquivel en las manos. A ella va dirigida la primera pregunta del viaje: Cómo está el país en vísperas de las elecciones?
"A los que hicimos la revolución nos gustaría volverla a hacer, pero sabemos que no es posible porque el mundo ha cambiado", contesta.
Pues sí, mucho ha cambiado el panorama desde aquel julio de 1979 cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) entró victorioso en Managua tras tumbar la dictadura sangrienta de los Somoza. 
Mucho ha cambiado todo. La guerra fría acabó. El planeta ya no se divide entre el bloque socialista, los aliados de Nicaragua, y el imperialismo yanqui, la bestia a derrotar. 
Ahora los apoyos son otros y el enemigo, los mercados, mucho más difuso.  
Adaptándose a los nuevos tiempos, el propio sandinismo se ha transformado estéticamente. Ha abandonado el evocador rojinegro de épocas pasadas y ahora se viste de rosa, amarillo y azul. Buenrollismo post revolucionario. Paz y amor para todos. 






Pero la transformación no es sólo por fuera. El volantazo ideológico también ha sido contundente. El sandinismo se ha vaciado de contenido. Y sobre todo se ha puesto a rezar. 
Daniel Ortega ya no es guerrillero sino un "cristiano" que tiene "el corazón a la izquierda, pero la cabeza a la derecha".
El supuesto progre de izquierdas, ahora está en contra del aborto terapéutico. Lo prohibió hace cinco años para ganarse el apoyo católico, en un país profundamente conservador. 
Bien, pues en esa Nicaragua neosandinista es en la que aterriza nuestro avión de American Airlines. 
Managua, esa no-ciudad de calles sin nombre (sin reconstruir tras el terremoto de 1972), nos recibe bajo una lluvia tropical. 
Ya no huele sólo a leña y barro, los aromas  de hace 14 años. Ahora se mezclan, además, las esencias de palomitas humeantes y hotdogs de gasolineras "On the run" y de centros comerciales surgidos como champiñones durante la última década. 
Ahora junto a la silueta de Sandino, se levantan, entre otros, los luminosos de telefonía móvil inexistentes cuando vine, en la era pretecnológica. 
Mucho ha cambiado todo, menos una cosa: Nicaragua sigue siendo un país pobre. El más pobre de América latina después de Haití.


Quién va a ganar las elecciones? Segunda pregunta del viaje, dirigida ahora a un joven empleado en el aeropuerto de Managua. "Va a ganar Daniel. Yo le voy a votar porque el sandinismo me ha ayudado. Pertenezco al partido y gracias a eso he conseguido este puesto de trabajo", contesta.
Ahhh...Vale. Ahora entiendo eso que los críticos llaman "clientelismo". La sumisión política de una legión silenciosa a cambio de pan. Trabajo a cambio de voto.
Según me cuentan, Ortega se ha vuelto todo un experto en comprar voluntades. 
Daniel, como aquí le llaman, se ha dedicado durante sus cinco años de mandato (ganó en 2006) a subvencionar transporte, vivienda y comida a las clases más desfavorecidas. 
Ha regalado techos de zinc, vacas y gallinas. Ha sembrado simientes que ahora se dispone a recoger en forma de victoria electoral. El 60 % de la población, los más desfavorecidos, son ahora potenciales votantes sandinistas. 
"Sí hay que reconocer que el sandinismo es la fuerza política que más trabaja por los pobres", dice Donald, comandante de un ferry que navega por el lago Nicaragua.
Pero Donald también tiene clara una cosa: "Ya no hay sandinismo, sólo hay orteguismo", sentencia. Según él, el inicial pluralismo del Frente es cosa del pasado.  


Ahhh, vale, me digo a mi misma, entonces no es sólo la prensa de derechas la que denuncia el caudillismo presidencial. Hasta sus propios votantes consideran que Ortega lidera el partido y el país con mano de hierro. Sin hueco para la más mínima diferencia de criterio. 
Darse una vuelta estos días por Nicaragua para sondear la voluntad de voto es intuir que el sandinismo ganará por goleada. Al menos así lo expresa la gente de puertas para afuera.
Hablar con los nicaragüenses también permite darse cuenta de una realidad: el paisaje político no se reduce a sandinistas de izquierda y ultraliberales. También hay una oposición progresista, aunque muy limitada y en coalición electoral con la derecha. 
En un garito nocturno al aire libre, hablo con Humberto, un neumólogo infantil. "Es imposible ser intelectual y votar a Ortega", me dice. 
"Yo soy de izquierdas pero no creo en el corrupto sandinismo actual. A Ortega le interesa que el país no avance para seguir obteniendo el voto de los pobres", dice. 
Otra chica nicaragüense aclara que, durante su mandato, el presidente no ha hecho nada para mejorar la educación, la piedra angular de todo progreso. "Sólo está interesado en el efecto electoral a corto plazo y para eso le sale más rentable regalar vivienda que invertir en maestros", dice. 
Y cuál sería el objetivo del presidente, les pregunto. "Perpetuarse en el poder y repartírselo con la derecha como lleva haciendo desde el año 2000. Quiere mantener subvencionados a los más desfavorecidos para que nada evolucione", asegura Humberto. 
En definitiva, un régimen "orteguista" financiado por los petrodólares del amigo venezolano, Hugo Chávez.
No es el único que piensa así. La intelectualidad progresista de Nicaragua está asqueada hasta la náusea con el sandinismo de nuevo cuño.
Hace ya once años de "el pacto", como aquí llaman al acuerdo de Ortega con el entonces presidente, el neoliberal Arnoldo Alemán, para repartirse el control de las principales instituciones del Estado (ver anterior post El vacío del Sandinismo). 
El líder del Frente Sandinista ha sido cómplice de la corrupción del gobierno de Alemán, denuncian los descontentos. 
Frente al saqueo perpetrado por la derecha, Ortega miró hacia otro lado a cambio de ventajas políticas. Abandonó la utopía y se rindió al pragmatismo. Todo con tal de lograr sus intereses partidistas.
El ex guerrillero Daniel Ortega ha moldeado una justicia a su medida para poderse presentar a un tercer mandato anticonstitucional.
"Lo llaman democracia y no lo es", ese grito no resuena en las calles de Managua, aunque aquí sería muy necesario. 
Los indignados nicaragüenses no son jóvenes en paro. Son campesinos que protestan ante un casi seguro fraude electoral. 
Viven en zonas antisandinistas y no van a poder votar porque no les han entregado sus cédulas de identidad. 
Ay Nicaragua Nicaragüita, sigue cantando Luis Enrique Mejía Godoy. Y la música de antaño cobra ahora un nuevo significado.
La Nicaragua post revolucionaria sigue necesitada de luchas. Necesitada de más democracia. Y sobre todo, necesitada de progreso porque Nicaragua sigue siendo pobre. Aunque haya llovido mucho desde aquel julio de 1979.